Vidrio
El vidrio común (también llamado vidrio de sílice, arena y sosa), es con diferencia el tipo más utilizado para una gran variedad de aplicaciones, como ventanas, envases como botellas de bebidas, alimentos, fármacos y otros muchos artículos. Utensilios de cocina a menudo están hechos con vidrio común templado. Supone aproximadamente el 90% del total del vidrio fabricado.
Es relativamente económico, químicamente estable, razonablemente duro, y extremadamente versátil. Debido a que puede ser refundido cuantas veces se desee, es ideal para su reciclado.
El vidrio común se prepara fundiendo una serie de materias primas muy abundantes, como carbonato de sodio, caliza, dolomita, dióxido de silicio (sílice), óxido de aluminio (alúmina), y cantidades pequeñas de agentes aditivos (por ejemplo, sulfato sódico y cloruro de sodio) en un horno de vidrio con temperaturas localmente de hasta 1675 °C. La temperatura esta solo limitada por la calidad del material del horno y por la composición del vidrio. Minerales relativamente económicos como la trona, la arena, y el feldespato son normalmente utilizados en vez de sustancias químicas puras. Las botellas de los colores verde y marrón se obtienen de materias primas que contienen óxido de hierro.